Opinión - 22/10/19 - 02:45 PM

La Constitución, el futuro de Panamá

Nos entristece escuchar y ver que ya hay grupos que se están organizando para protestar por lo que están viendo en la Asamblea Nacional, tal como sucede con la Universidad de Panamá

 

Por: Riccardo Francolini Arosemena -

Tal como lo registra nuestra historia republicana, Panamá ha contado con cuatro constituciones a lo largo de su existencia, la primera de ellas en el año 1904, pero también hay que tomar en cuenta que se han planteado cinco modificaciones. El primer texto se promulgó en febrero de 1904, es decir tres meses posterior a la separación de Panamá de Colombia, y esta carta magna se inspiró en la Constitución colombiana de 1886. Luego se da la Constitución de 1941, la de 1946 y la de 1972.
De darse unas reformas a la actual Carta Magna, sería la quinta en registrarse en la historia del país, pero también hay que destacar que de no aprobarse las reformas con el sistema actual y se plantea una nueva Constitución mediante una Constituyente, entonces nuestro país tendría una quinta en su historia.
La actual Constitución de 1972, es la cuarta más antigua de Hispanoamérica, precedida únicamente por la de México (1917), Costa Rica (1949), y Uruguay (1967). La Constitución de 1972 se promulgó posterior al golpe de Estado de 1968, perpetrado por sectores de la guardia nacional encabezada por Boris Moreno y Omar Torrijos.
“En una protesta todos sabemos como empieza, pero no como termina”…
Vamos a hacer totalmente sincero, hoy lo que estamos percibiendo de diferentes sectores es una gran preocupación por lo que está viendo en los debates que se registran en la Asamblea Nacional y esto no es sano ni positivo para el país que vine de un proceso de desaceleración económica producto del pésimo gobierno anterior. Para ser sincero con cada uno de ustedes nuestro país no resiste más enfrentamiento entre panameños. Lo que necesitamos todos es  llegar a un consenso y un entendimiento de las necesidades y de las soluciones que nos agobian a todos, requerimos de mentes inteligentes, con conductas serias, patrióticas y sobre todo pensando en el futuro de los hijos de todas las familias panameñas.
Nos entristece escuchar y ver que ya hay grupos que se están organizando para protestar por lo que están viendo en la Asamblea Nacional, tal como sucede con la Universidad de Panamá, en donde el propio Rector de la Casa de Octavio Méndez Pereira convocó a una marcha para este martes con miras a expresar su desacuerdo por lo que está sucediendo. Asimismo, escuchamos de otros grupos de trabajadores, profesionales y del sector económico. Lo peligroso de estas acciones es que la mayoría sabemos cómo empiezan, pero no como terminan.
Es necesario que los partidos políticos, las diferentes bancadas representadas en el Órgano Legislativa, es decir, en el pleno de la Asamblea, analicen y consulten con los promotores, los diseñadores o los redactores de estas reformas aquellos aspectos constitucionales que creen afecte a la sociedad panameña. No es el momento de defender sólo los intereses políticos  de unos cuantos, el futuro del país depende de tener una Constitución Política Nacional que responda a la población en general, que esté acorde con los actuales sistemas políticos, económicos y sociales que rigen a otras sociedades.
“El odio, el revanchismo y el egoísmo quedó atrás es el momento de cambiar”…
Es necesario que nuestras autoridades, la clase empresarial, los sindicatos de trabajadores, las agrupaciones políticos, la iglesia, y los demás entes creativos de nuestro país logren consensuar unas reformas, y de no ser el caso diseñar una nueva Constitución, pero que responda a los enormes retos que tiene nuestro país en el futuro, como es el caso de un moderno sistema educativo; un sistema judicial que persiga el delito y no se convierta en instrumento de una justicia selectiva como la que hemos padecido y un sistema económico y financiero que garantice el progreso y la prosperidad que todos deseamos.
Estoy seguro que todos anhelamos un mejor Panamá, con grandes oportunidades, desde la clase más pobre en adelante, porque como panameños todos tenemos derecho a aspirar tener mejor calidad de vida. Hoy día más de 250 mil panameños están buscando una plaza de empleo, algunos para ayudar a sus padres en el sustento de la casa, otros para poder pagarse sus estudios universitarios, etc. En esta gente es en la que tenemos que pensar.
Ya basta de odios, revanchismos, de egoísmos y de rivalidades, eso quedó atrás con el gobierno varelista. Es el momento de unir las fuerzas por el Panamá que teníamos hace escasamente cinco años, donde la gente recuerda que cuando se metía la mano en el bolsillo tenia plata para enfrentar sus necesidades, ese es el Panamá que quiero para todos ustedes.

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