Opinión - 25/5/12 - 08:48 PM

Me volví un comprador compulsivo

Por: Hermano Pablo -

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Me sucedió que dejé de sentir interés por mi mujer y me volví un comprador compulsivo. En vez de aportar a la cuenta que teníamos en común, era el que más gastaba.

»Un día ella no soportó más la situación, y explotó la violencia. ¡Fue horrible! Yo jamás le había hecho daño físico a nadie y, cuando se lo hice a ella, me sentí de lo peor.

«Estimado amigo:

»Gracias a Dios, su conciencia ha cumplido la función con la que fue diseñada, y usted lamenta y se arrepiente de la forma en que ha herido a su esposa y se ha perjudicado a sí mismo.

»Cualquier persona que gasta el dinero de forma compulsiva, pero que quiere cambiar su manera de ser, debe entregarle al cónyuge que no tiene ese problema todo el dinero en efectivo, todo cheque recibido, las tarjetas de crédito y de débito, y las chequeras. Saque la cuenta de lo que necesita cada semana para los gastos necesarios, y pídale a su esposa que le dé esa suma de dinero en efectivo. Ella puede encargarse de todo lo demás. Entre los dos pueden decidir los gastos de mayor cuantía.

»Le será muy difícil dejar de ser el hombre en que se ha convertido. Pero hay Alguien que quiere ayudar a cambiarlo de adentro hacia afuera. Si de veras está arrepentido de la manera en que ha quebrantado las leyes de Dios, pídale, en el nombre de su Hijo Jesucristo, que le perdone todos los pecados que usted ha cometido.


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