Opinión - 18/3/14 - 01:30 AM

Mujer, tendrÃ¡s tu ciudad

La mujer fue creada para ser amada, respetada y valorada, para caminar al lado del hombre, de hecho saliÃ³ de las costillas de AdÃ¡n, lo que indica

Por: - Martes 18 de Marzo de 2014 1:30 AM

Yadira Roquebert / Yadira Roquebert

La mujer fue creada para ser amada, respetada y valorada, para caminar al lado del hombre, de hecho saliÃ³ de las costillas de AdÃ¡n, lo que indica que ni es superior ni inferior a su marido, con quien procrea la familia, nÃºcleo de la sociedad.

En PanamÃ¡, la escalada de violencia hacia la mujer dio origen a la Ley 82 del 24 de octubre de 2013, que adopta medidas para prevenir el femicidio. Actualmente, surge una nueva propuesta: Ciudad Mujer, que apuesta al desarrollo humano, con igualdad de gÃ©nero, bienestar para la mujer y oportunidades para la infancia, con justicia y garantÃa de los derechos, experiencia que tiene excelentes resultados en el extranjero.

Ciudad Mujer brinda autonomÃa para que las fÃ©minas superen la pobreza y les da herramientas para dar pasos certeros en busca de su desarrollo personal, de su familia, comunidad y sociedad, con miras a aportar al progreso colectivo y econÃ³mico del paÃs, y eso es valorar a las mujeres en su justa dimensiÃ³n.

De hecho las mujeres somos catalizadoras de grandes cambios que llegan a provocar voces disidentes con opiniones inexorables que surgen a la ligera, posiciones que quedarÃ¡n atrÃ¡s cuando contemplen el gran alcance de Ciudad Mujer. No serÃ¡ la panacea, pues no existe la alternativa perfecta que desaparezca por sÃ sola las condiciones adversas para el gÃ©nero, pero promete respuestas a temas vinculados con el desarrollo humano.

Esta propuesta ha despertado toda clase de anÃ¡lisis, pero con seguridad, sus proponentes han mostrado argumentos que como la Ley 82 aseguran el rescate humano, pues se lucha por ver hijos felices, mujeres amadas y valoradas, con familias creciendo en valores.

Orientemos nuestros esfuerzos hacia la autonomÃa de la mujer, despuÃ©s de todo la administraciÃ³n del hogar y el cuidado de los hijos descansan en la mujer, pero hay que proveerles los recursos con miras a formar varones sin iniquidad y mujeres sin paradigmas desfavorables. Si deseamos que nuestra descendencia alcance pleno potencial, debemos comprometernos con planes para que puedan prosperar y se comience a saldar una deuda generacional, la cual queda en evidencia al surgir la necesidad de hacer realidad una ciudad para las mujeres y eso se traduce en Ciudad Mujer.