Problemas de la ampliación
Todo indica que los trabajos para la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, serán suspendidos desde hoy por el contratista Grupos Unidos por el Canal (GUPC).
Si bien es cierto que el país respalda a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), también es una realidad que la anterior y la actual administración de la vía acuática, debió tener mayor celo en su relación con las empresas que integran el consorcio de empresas españolas, italianas, belgas y panameñas.
La administración del Canal debió prestar atención a las luces de alarma que advertían desde hace meses los problemas económicos de Sacyr y las demoras del GUPC para pagarle a los proveedores, a pesar de los anticipos que se les entregaron.
Se debería explicar a la población cómo se le paga hasta el 90 por ciento de la totalidad del contrato a una empresa que enfrentaba problemas y que apenas tiene una ejecución de la totalidad del proyecto del 65 por ciento.
Aunque se pretenda vender la idea de que se mantienen conversaciones con GUPC, la realidad es que es difícil que ese consorcio prosiga en el proyecto. El problema es que la demora en terminar la ampliación afecta el comercio internacional y las finanzas del Estado, ya que se estimaba que para el 2015, el Canal debería aportar al Tesoro Nacional $1,470 millones, pero todo indica que la obra no estará terminada para ese año.
De igual modo, es probable que la ampliación supere el costo de $5,250 millones que prometió la ACP y termine costando cerca de $ 7,000 millones. ¡Panamá merece más información!