Proselitismo inmoral
El presidente Juan Carlos Varela violó la veda electoral al realizar declaraciones de claro corte político electoral durante un acto celebrado en la provincia de Coclé, en el que pidió a los presentes votar por la continuidad de su gobierno.
Es lógico que el mandatario aspire a quedarse, pero eso solo puede ser un sueño de opio, ya que no existe reelección presidencial inmediata. Además, es un hecho público y notorio que el partido gobernante no cuenta con la simpatía de los votantes, habida cuenta de la incapacidad administrativa y las denuncias de corrupción contra allegados y funcionarios de la actual gestión.
En el pasado, estas prácticas pusieron en entredicho a las instituciones democráticas y crearon una indebida ventaja a favor de candidatos oficialistas. Es por ello que deben ser desterradas.
Por lo tanto, los dichos del mandatario en Coclé constituyen, por decir lo menos, un acto de claro e inmoral proselitismo político, por lo que se requiere un enérgico pronunciamiento del Tribunal Electoral (TE). Como dice el dicho: “si el perro grande actúa de esa manera, ¿qué se espera de los cachorros?".
La opinión pública nacional, estamos seguros, rechazará enérgicamente que se pretenda hacer politiquería con obras públicas, tomando en cuenta también que la mayoría de esas obras las dejó andando la anterior administración y Varela solo les ha dado continuidad o final.
Los funcionarios deben estar claros en que no pueden aprovecharse de la gestión pública para hacer política electorera porque constituye un inmoral proselitismo político partidista e igualmente puede ser constitutiva de delito.