Opinión - 21/5/11 - 08:04 PM

Violación y acoso sexual de los poderosos

Por: Redacción -

Los que cumplimos 40 años de casados más dos de práctica podemos analizar las aventuras eróticas de tipos con poder. Veamos, pues, el nuevo caso de violación del reconocido e incurable mujeriego francés Strauss Kahn, miembro del FMl, detenido en New York y acusado de siete cargos por "sexual harassment" (como dicen en Manhattan), por tratar de violar en un hotel de la Gran Manzana a una mucama africana. Desde el 2002 pende sobre Strauss otro caso con Tristán Benon (hermosa periodista gala) por la misma actitud. Sabido es que sacerdotes, políticos y educadores no escapan de este tipo de señalamientos tan cobardes.

Como Strauss, tenemos acá en Centroamérica a otros enfermitos como Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, denunciado en el 2003 por su hijastra Zoila América Narváez, quien ratificó haber sido víctima de abuso sexual durante su adolescencia. Este caso le costó al pinolero el repudio mundial de las organizaciones defensoras de las mujeres. En Israel, Moshé Katsav, ex presidente de ese país, fue señalado penalmente en 2006 de violación y acoso sexual por una decena de sus subordinadas cuando era ministro de Turismo a finales de los 80.

En Paraguay, el sacerdote y presidente del país, Fernando Lugo, afrontó varias denuncias de mujeres que aseguran haber sido amantes suyas. En EE.UU. varios ex presidentes y ex congresistas han aportado al escarnio; entre los primeros están Kennedy y Clinton, y entre los segundos, Larry Graig y John Ensigh. Graig fue arrestado en 2007, cuando entró en un servicio de un aeropuerto y tuvo insinuaciones sexuales con un hombre que resultó ser policía. Mientras, Ensigh escandalizó al país cuando revelaron imágines en un motel; la contaminación visual fue tan grande que renunció a su cargo.

Analizando, algo pasa en el pensamiento de algunos poderosos que emerge en ellos el instinto de los primeros descendientes del chimpancé capuchino, que cuando tenían necesidad de sexo copulaban hasta con los huecos de arrieras.


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