El milagroso Cristo Negro de Portobelo

Miles de nacionales y extranjeros rinden agradecimiento a este santo por sus milagros y bendiciones.
El milagroso Cristo Negro de Portobelo

El milagroso Cristo Negro de Portobelo

Por: Diómedes Sánchez / Web -

Panamá- Historias, mitos, leyendas son elementos que envuelven al “Negro”, como se le conoce al Cristo Negro de Portobelo.
Su aparición en la población se pierde en la historia que fue por equivocación que llegó a Portobelo.

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Otros que naufrago un barco, y tiraron en una caja con la imagen, que fue rescatada por la población de la época colonial.
Pero, una cuarta explicación de su aparición, la explica el historiador colonense Apolonio Acosta, quien señala la imagen del Cristo Negro fue tallada por negros esclavos en las montañas, y no llegó por mar.
Según el historiador Acosta, la imagen fue creada por negros bozales a lo interno de la selva de la zona, donde la adoraban a escondidas de sus amos españoles.
Hasta el 21 de octubre de 1739, estalló una epidemia, indica Acosta, que estaba diezmando a la población, por lo que se tomó la decisión de sacar la imagen de las montañas para pedir para que la enfermedad cesara.
Desde entonces, todos los 21 de octubre, cientos de personas abarrotan la histórica población de Portobelo, para rendirle tributo al Naza, como también lo conocen.
Unos vienen a pedir un milagro, en su mayoría por enfermedades propias o de seres queridos.
Mientras caminan largas distancias para cumplir con sus mandas, que según ellos, el Negro, les ha cumplido, como restablecerles la salud.
Esto se evidencia en las joyas de oro que son entregadas en la iglesia San Felipe de Portobelo, con formas de pies, corazón, manos, piernas, entre otras.
Leudovino Sepúlveda, de 36 años de edad, camina este año, en agradecimiento al Naza, por una hermana, que estaba grave en el hospital hace unos 6 meses, pero que salió de una operación delicada y está bien.
Mientras que, la señora Nicanora Gutierrez , de 48 años de edad, se dirige a la iglesia a pedir un milagro, para su hijo de 17 años de edad, quien sufre una enfermedad cardíaca que debe ser atendida prontamente.
A todo esto, los feligreses llegan a venerar al Naza en estas calles estrechas, muchas de ella, de la época colonial española, donde también son abarrotados por pequeños comerciantes de artículos religiosos y de comida.



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