La reina cambió su testamento a última hora; no todos heredarán

Luego de la muerte de Isabel II ha surgido muchas especulaciones en torno a la herencia que habría dejado, en especial, sobre a cuánto asciende la fortuna que pertenecía a la monarca y los verdaderos lbeneficiados de este dinero.

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Según distintos medios, la madre de Carlos III habría acumulado una importante fortuna. Según ‘The Sunday Times’ se ha estimado, ya que la reina nunca lo sacó a la luz, una cantidad de alrededor de unos 426 millones de euros. También Forbes lo catalogaba por 42 mil millones.  Además, ha dejado 32,000 cisnes, caballos, tierras, propiedades y joyas, entre otros bienes, para repartir.

Bien, ahora ha salido a relucir por rumores, que Carlos heredaría el 15% de los beneficios de Crown Estate, negocio independiente de la corona que recoge propiedades y tierras en el Reino Unido, además de las joyas de la reina, valoradas en 3.4 millones de euros, unos 3 millones de libras.

Incluso se especula que Carlos III ya es el poseedor de todos esos bienes antes mencionados y que serán suyos sin pagar impuestos, pues las herencias que pasan de soberano a soberano no pagan el 40% de impuestos que se aplica a herencias que superan las 325,000 libras (370,000 euros), según la ley británica.

Hablando del resto de la familia, de manera  extraoficial se señala que el testamento familiar es secreto, así que no se sabe a ciencia cierta qué pasará con el resto de bienes personales de la reina, entre los que se incluyen el castillo de Balmoral, donde falleció la monarca, además de importantes colecciones de joyas y sellos.

Medios británicos que se especializan en la realeza, dan por hecho que la reina realizó modificaciones de última hora en su testamento. Una de las más beneficiadas de estos cambios podría ser Kate Middleton, la esposa del príncipe William, que habría sido incluida en la última voluntad de la reina.

Y como había que meterle sazón al asunto, se especula que entre los perjudicados podrían estar el príncipe Harry y Meghan Markle, debido a su ruptura con la Corona.

Tanto ellos como sus hijos, Archie y Lilibeth podrían quedarse sin ninguna de las valiosas piezas de colección que componían el patrimonio de Isabel II, al menos eso cuentan por aquellas tierras, donde señalan que los Duques de Sussex y sus hijos no fueron contemplados en la repartición de estas preciadas joyas.