Le tocó ver la realidad de la educación en Panamá
Ludwik Tapia se adentró a la selva, en el corredor biológico mesoamericano para rememorar el cuarto viaje de Colón, en la expedición Contramirada 2, y en estos días le ha tocado vivir muchas experiencias.
Según ha compartido, le ha tocado ver la realidad de la educación en Panamá, en donde maestros y estudiantes se embarcan en cayucos para impartir y recibir clases. Además de niños y niñas que asisten a clase descalzos, por caminos de difícil acceso para llegar al centro de estudio.
Estar en la selva tiene sus riesgos, aunque el equipo de Contramirada es acompañado por unidades de Senafront, no han escapado de las picadas de insectos y las inclemencias del tiempo.
Ludwik reveló que cruzando el río se les vino la crecida en cuestión de segundos, pero gracias a Dios salieron a tiempo. Para darle señales al resto del equipo y ser rescatados tuvieron que lanzar luces de bengalas.