Sucesos - 13/7/15 - 01:00 PM
Madres de menores quemados poco optimistas ante juicio
"Es la lucha de David contra Goliat", apuntó Pablo Quintero, uno de los abogados de las víctimas, consciente de que no va a ser fácil conseguir un fallo en contra de la Policía Nacional.
Las madres de los cinco menores que murieron quemados en un reformatorio de Panamá en 2011 tienen pocas esperanzas de que se condene en el juicio, iniciado hoy, a los 12 acusados por la Fiscalía de provocar el incendio, entre ellos policías.
"Es una batalla difícil. Cuentan con muchos apoyos", reconoció este lunes a Acan-Efe Teresa Rentería, madre de José David Frías, una las víctimas, que tenía 17 años y cumplía una pena de 7 meses de cárcel por intento de robo.
"Es la lucha de David contra Goliat", apuntó Pablo Quintero, uno de los abogados de las víctimas, consciente de que no va a ser fácil conseguir un fallo en contra de la Policía Nacional.
El 9 de enero de 2011 cinco menores murieron quemados en un incendio que tuvo lugar durante un motín de presos en el Centro de Cumplimiento de Menores de la localidad de Tocumen, en la periferia este de la capital panameña.
Supuestamente, el fuego fue provocado por los mismos policías del reformatorio, que lanzaron bombas lacrimógenas al interior de una celda cerrada con llave y en la que estaban siete menores, un caso que estremeció al país.
En internet se pueden encontrar imágenes del suceso, en las que se ve ardiendo la celda y se escuchan los alaridos de los menores, mientras agentes permanecen inmóviles mirando las llamas e incluso lanzando improperios.
"Nuestros hijos cometieron un error y estaban pagando por ello. No hay derecho a que fuesen tratados así. Los policías pudieron salvarles la vida y no lo hicieron", denunció Julia Mosquera, madre de Erick Alexis Batista, a quien le faltaban solo 9 días para abandonar el centro cuando ocurrieron los hechos.
Las madres criticaron además la falta de apoyo institucional y que ninguna autoridad panameña les haya llamado nunca para disculparse.
La tesis de la defensa es que el fuego lo ocasionaron otros reclusos que estaban enfrentados con los fallecidos y que los agentes no tuvieron nada que ver con el incidente.
"La Policía Nacional no se organizó, no se uniformó para quitarle la vida a los menores infractores que perecieron el 9 de enero (...) quienes iniciaron y originaron este incendio fueron los menores de las bandas rivales", afirmó el abogado defensor Benito Mujica a las puertas del Segundo Tribunal de Justicia de Panamá.
La Fiscalía, sin embargo, rechaza esa hipótesis y defiende con firmeza que los agentes son los responsables.
"Han tratado de hacerlo desde el primer momento (inculpar a los menores fallecidos), pero no han podido. Absolutamente ninguna prueba indica que el fuego se iniciase por responsabilidad o culpa de los menores", dijo la fiscal primera superior, Geomara Guerra de Jones.
Los 12 imputados están acusados de homicidio, homicidios en grado de tentativa y delito contra la libertad de vejámenes y maltrato.
De todos ellos, 11 se encuentran en prisión preventiva, aunque el sistema judicial permite que los policías cumplan la pena en un cuartel y mantengan el salario, según informó Quintera, el abogado de las víctimas.
"Han pasado cuatro años, pero sigo pensando que fue ayer. Sigo pensando que mi hijo va a volver a casa", declaró entre lágrimas Santa Pardos, madre de Víctor Jiménez.
Se tiene previsto que el juicio dure varias semanas porque testificarán más de 70 personas, entre ellos, los dos menores que sobrevivieron al incendio y que se encontraban en misma celda.