Ordenan detención preventiva a imputado por Masacre del Búnker

Ordenan detención preventiva a imputado por Masacre del Búnker

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Ordenan detención preventiva a imputado por Masacre del Búnker

Ordenan detención preventiva a imputado por Masacre del Búnker

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Un juez de garantías anoche imputó cargos (homicidio, femicidio, robo agravado y privación de libertad) y ordenó la detención preventiva de Miguel Ángel Almanza, único sospechoso por la matanza de siete jóvenes en Colón.

La defensa del joven de 18 años adelantó que presentará una apelación.

La madre de quien es señalado como presunto autor de "La Masacre del Búnker" aseguraba ayer fervorosamente que su hijo no guarda ninguna relación con la muerte violenta de siete jóvenes (algunos menores de edad) ocurrido en Espinar, corregimiento de Cristóbal en la provincia de Colón, el pasado viernes.

"Mi hijo no tiene nada que ver con eso. Yo quiero que hagan justicia y que busquen a los culpables, a los responsables de lo que ha pasado", vociferó María Valdés.

Ayer su hijo fue llevado a una audiencia de control de garantías del Sistema Penal Acusatorio en Colón. Fue una sesión maratónica que inició a las 3:00 p.m. y terminó tarde en la noche.

Una hora antes de la audiencia, el aprehendido llegó esposado, en un auto de la Policía Nacional.

Vestía suérter blanco, pantalón bermuda de estampados y chancletas. También llevaba un suéter en la cabeza, para evitar mostrar su rostro. El investigado era llevado de los brazos por dos unidades de la Policía Nacional y escoltado por otros más hasta ingresar a la sede del Sistema Penal Acusatorio. Un testigo protegido señaló a uno de los dos responsables de la masacre como un hombre con labio leporino. El aprehendido tiene una cicatriz en la boca.

Al sujeto lo sacó la policía de su casa en el sector de Achiote de Tagua, distante a una hora de donde se produjo el asesinato de las hermanas Azucena (20 años) y Yulissa Montenegro Daley (25 años); las hermanas Leydis y Yeleny Mariota Villarreta, de 15 y 16 años, respectivamente; Bladimir Garay , de 18 años; Edgar Jiménez, de 22 años; y Santiago Carvajal, de 17 años.

Pero María Valdés aseguró que su hijo es inocente y que tiene pruebas de que no estaba en la escena del crimen cuando ocurrió, sino en el sector de La Tagua, en la costa abajo de Colón en compañía de sus abuelos.

"Es inocente. Somos una familia humilde. No sé por qué están culpando", indicó Valdés a la periodista Delfia Cortez.

La mujer asegura que su hijo está siendo señalado por una cicatriz y unas espinillas, y no descarta que se pueda tratar de una confusión, ya que según familiares este joven no tiene antecedentes penales.

"Estaba tomando un curso de Barbería en el Inadeh, hasta cuando todo fue cerrado debido a la pandemia del COVI-19", explicó.

Valdés relató que el joven visitaba el área de Villa Verde, donde residían algunos de los miembros del grupo de 13 jóvenes que el día viernes se dirigieron al sector de Espinar, y que ella ha vivido en ese lugar desde hace 15 años y conoce a todas las familias de las víctimas.

El fiscal Adolfo Pineda asegura que el testigo protegido colaboró en la realización de un retrato hablado, en el cual resaltaba una cicatriz, que presuntamente concuerda con una que mantiene el señalado en el rostro por un defecto de labio leporino.

José Antonio Moncada, abogado defensor del joven, manifestó que apelará la medida cautelar, y que busca que se investigue correctamente el hecho, debido a que considera que su defendido es una víctima de señalamientos falsos.

Agregó que su defendido estaba lejos de donde se dieron los hechos.

Al tiempo, que señaló que espera que su defendido no sea tomado como chivo expiatorio.

(Con información de Diomedes Sánchez S.)

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