Tipiqueros - 04/10/13 - 08:13 PM

Idolos de multitudes

En su carrera ha tocado en salas, toldos, jardines, teatros y centros de convenciones, pero nunca olvida esos bailes en los toldos capitalinos para Carnavales.

Por: -

José Edwin Sánchez
Crítica

Con 56 años de carrera ininterrumpida, "El poste de Macano Negro",  Daniel Dorindo Cárdenas, es el ícono de la música típica panameña.
Nacido en Agua Buena de Los Santos, Dorindo Cárdenas  recuerda que tuvo una niñez "muy precaria, ya que las cosas estaban muy duras. Nací en 1936; cuando tenía 3 años estalló la Guerra Mundial y los niños de esa época pasamos mucho trabajo y yo fui uno de ellos", resaltó.
Dorindo contó  que desde los 11 años aprendió a leer música, pero desde los 6 dio sus primeros acordes en el violín, que fue el primer instrumento que aprendió a tocar.

"Chico Purio" Ramírez  y "Gelo" Córdoba

"El Premier de Comendadores", otro mote con el que es conocido Dorindo, no tuvo maestros en el acordeón, pero de manera especial recuerda al que fuera su inspiración en el violín, "Chico Purio" Ramírez, a quien observaba cuando tocaba sus piezas.
Posteriormente, conoció a "Gelo" Córdoba, como violinista, pero se sorprendió al escuchar unas grabaciones con acordeón de este, ya que siendo amigos no sabía de esa faceta.
"Desde niño conocía a Gelo Córdoba, quien  era mayor que yo, así que me quería como si fuera hijo suyo. En el acordeón, fue mi inspiración para aprender el arte de tocar este instrumento", indicó  "El Doro".
Su carrera la empezó con el violín y recordó que fue  a una gira en Chiriquí con el conjunto de Bernardo Gutiérrez. "Minguito" Díaz tocaba el acordeón y él estaba en el violín, pero en plena gira, este le ofrece vendérselo.
"Seis (6) dólares me costó ese acordeón de dos líneas. Pero el compromiso era que si nos salía algún toque, se lo tenía que prestar durante la gira en Chiriquí, lo que en efecto cumplimos", resaltó Cárdenas.

 Sus primeros bailes
Aunque tuvo muchos bailes de ensayo en Los Santos, su estreno como artista formalmente con su conjunto lo hizo en Los Anastacios de Dolega, Chiriquí, y prácticamente desde ese primer toque bautizaron el grupo como "Orgullo Santeño", nombre con el que hoy en  día se identifican.
Llegó a cobrar 3 dólares  por noche, pero ya en el estreno de su conjunto fueron contratados por dos noches, cobrando  70 dólares por cada una de ellas.  Hubo que pagar transporte y otros gastos, pero lo que quedaba era “bueno”, dijo.
Las cosas mejoraron con el tiempo y dijo que  para Carnavales en la ciudad capital, “cuando eran Carnavales de verdad”, cobraba hasta 7 mil dólares por noche. Fuera de eso, iba de accionista en el baile.
A sus 77 años de edad, Dorindo guarda buenos recuerdos de sus bailes. Uno de ellos fue en el ya desaparecido pero recordado Jardín Rosalba de Santiago, cuando en una actividad de Junior Zambrano se colocaron 1,669 “tacks” de hombres; además de las festividades de “La Candelaria” de Bugaba, donde todos los años registra llenos completos.
En su carrera ha tocado en salas, toldos, jardines, teatros y centros de convenciones, pero nunca olvida esos bailes en los toldos capitalinos para Carnavales.
Su peor y mejor momento como artista

Los momentos de alegrías y tristezas nunca faltan en la carrera de un artista, por supuesto en la de Dorindo estas no pueden pasar desapercibidas.
¿Su momento más triste? Ante esta interrogante, “El Premier” toma una pausa, mira al cielo y responde:  “Recuerdo una vez que estábamos preparados para tocar en un encuentro de acordeones en Atlapa (1995)... Ya en la capital, me avisan que un hijo había fallecido. Es algo que aún pienso que fue un sueño”.
Sobre los buenos momentos de su carrera, mencionó los múltiples reconocimientos recibidos a nivel nacional e internacional, principalmente cuando le otorgaron la Orden Vasco Núñez de Balboa en el Grado de Gran Comendador.  “Era muy joven aún”, indicó. Además, cuando le otorgaron el premio a la “figura típica del Centenario”.


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