Rosa Elena Racero, quien reside como damnificada en la pensión Kingstong, ubicada en calle 8 de la Avenida Herrera, dijo estar cansada y preocupada por la salud de todos los que allí residen y, en especial, por la de sus hijos, ya que desbordamiento de las aguas negras en todos los cuartos del edificio es permanente.
Ese es el diario vivir de unas 10 familias que tienen casi dos años de vivir en ese lugar, luego que un voraz incendio consumiera el inmueble donde vivían en las calles 12 y 13 Herrera.
Según los afectados, las aguas con excretas salen por todos lados, incluso por los lavamanos, y las habitaciones permanecen inundadas de esta agua fétida.
"Le pedimos al presidente Ricardo Matinelli que por favor nos saque de este lugar, no aguantamos más vivir en medio de olores nauseabundos y excremento", afirmó.
Francisco Guevara, director del MIVI, conversó con el equipo de EPASA y se comprometió a darle una respuesta con el personal de mantenimiento para resolverles este grave problema.