Nacional - 23/12/24 - 12:00 AM

¡El Canal es de Panamá!, le advierten a Trump

Por: Redacción Impreso -

El tema de China más que los peajes que pagan los barcos de EEUU por cruzar el Canal de Panamá, sería lo que mueven las declaraciones explosivas del mandatario Donald Trump, amenazando con retomar esa vía que fue entregada hace 25 años por los norteamericanos, tras 85 años de control gringo.

No es el primer choque entre el gobierno de José Raúl Mulino y la entrante administración Trump. El 5 de diciembre, Panamá rechazó una pretendida propuesta para recibir en su territorio a los migrantes que expulse EEUU, cuando Donald asuma el control de la Casa Blanca.

Trump dijo que el Canal de Panamá era un “activo nacional vital” para Estados Unidos y lo calificó de “crucial” para el comercio y la seguridad nacional.

“Cuando el presidente Jimmy Carter lo entregó tontamente, por un dólar, durante su mandato, fue únicamente para que Panamá lo manejara, no China ni nadie más”, afirmó. “Tampoco se lo dio a Panamá para que cobrara a los Estados Unidos, a su Armada y a las corporaciones que hacen negocios dentro de nuestro país, precios y tarifas de pasaje exorbitantes”.

Continuó diciendo que si Panamá no puede garantizar "la operación segura, eficiente y confiable" del canal, "entonces exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá, en su totalidad y sin cuestionamientos".

Para el exministro Jimmy Papadimitriu, el mensaje de Trump no tiene nada que ver con las tarifas que cobra el Canal. Entre líneas lo que quiere decir es que o rompemos relaciones con China o se toman el Canal.

Papadimitriu recordó que el que empezó el romance con China fue el exmandatario Juan Carlos Varela cuando pasó un barco chino en la inauguración del Canal expandido, rompió con Taiwán y reconoció a China y quiso meter su embajada en Amador. La cereza fue el cuarto puente sobre el canal construido por chinos. Aprendan a jugar con la cadena y no con el mono, añadió.

Pero el mandatario José Raúl Mulino rechazó el control, directo o indirecto de China o de cualquiera otra potencia. Recordó que los tratados Torrijos-Carter de 1977 establecieron la neutralidad permanente del Canal, garantizando su funcionamiento abierto y seguro para todas las naciones, por lo que cualquiera posición contraria carece de validez o sustento ante la faz de la tierra.

Nuestro Canal tiene la misión de servir a la humanidad y su comercio. Ese es uno de los grandes valores que los panameños ofrecemos al mundo, dándole garantía a la comunidad internacional de no tomar parte, ni ser parte activa en conflicto alguno, sustentó el gobernante panameño.

Mulino dijo que aspira a conservar y mantener una buena y respetuosa relación con el gobierno de Trump. Los panameños podemos pensar diferente en muchos aspectos, pero cuando se trata de nuestro Canal y nuestra soberanía, nos unimos todos bajo una única bandera, señaló.

El jefe del Ejecutivo manifestó que Panamá es un país abierto al diálogo, a las inversiones y a las buenas relaciones, pero con la clara consigna que la patria está en primer lugar y eso, para él como Presidente panameño, no es negociable.

Mulino recibió apoyo de exmandatarios y hasta el presidente colombiano Gustavo Petro anunció que hasta las últimas consecuencias estará al lado de Panamá y en la defensa de su soberanía. Si el nuevo gobierno de EEUU quiere hablar de negocios, hablaremos de negocios, de tú a tú, y en beneficio de nuestros pueblos, pero jamás, se negociará la dignidad, señaló el primer mandatario.

El presidente Petro agregó que Trump está “equivocado y quitarle el canal a Panamá podría desatar una crisis migratoria aún más grande en el continente.

“Si no quiere miriadas pasando el Darién, incrementadas por millones desde Panamá hasta México, debe entender que dependerá de la prosperidad y libertad de nuestros pueblos. Si le parece costoso pagar por pasar el Canal de Panamá en manos de los panameños, mucho más costoso será hundir a Panamá, Suramérica, Centroamérica o México en la pobreza”, manifestó.

Por su parte, el secretario general de los Trabajadores de la Construcción, Saúl Méndez, afirmó que “ningún gringo invasor con delirio de poder como Trump, puede amenazar a Panamá, a su integridad territorial y su soberanía y autodeterminación.

“Los hijos del pueblo panameño defenderemos nuestra nación a pesar de los vendepatrias y los oligarcas que se alegran con declaraciones de esta naturaleza, siempre los hubo desde 1903. Panamá es un estado soberano, y estamos dispuestos a defenderlo”, remarcó.

En tanto, el exmandatario Ricardo Martinelli destacó que el Canal es más que una obra de infraestructura; es un símbolo de soberanía, neutralidad y compromiso de Panamá con la democracia, la paz e igualdad con todas las naciones.

Martinelli recordó que durante su mandato, demostró ese compromiso al tomar decisiones valientes, como la retención de un navío norcoreano que representaba una amenaza a la seguridad y la democracia mundial.

El expresidente expresó su apoyo total al mensaje del mandatario Mulino quien, sin perder el norte de mantener relaciones abiertas y cordiales con nuestros socios claves, ha dejado en claro frente a los panameños y el mundo, que el respeto de nuestros derechos como nación libre y soberana es inalienable.

Mientras que el expresidente Martín Torrijos resaltó que los Tratados Torrijos-Carter representaron el fin de una era de sometimiento y el comienzo de una nación libre e independiente.

Torrijos subrayó que cualquier intento de revertir este logro histórico, no solo deshonra la lucha que permitió esa independencia, sino que también ofende la memoria de quienes lo hicieron posible.

"Como panameño, me sumo al rechazo absoluto de cualquier intento de minimizar o amenazar nuestra soberanía; en un evento así, nos encontrarán unidos como nación y con la más firme determinación de defender nuestra soberanía y nuestro Canal. El Canal es panameño, somos sus únicos y legítimos dueños y también es el símbolo de nuestra identidad y dignidad nacional", expresó Martín Torrijos.

El exmandatario Laurentino Cortizo destacó que las relaciones entre Panamá y Estados Unidos son estratégicas y deben estar fundamentadas, sobre todo, en el respeto mutuo, por lo que es totalmente innecesario introducir elementos que pudieran perjudicarlas.

En su oportunidad el expresidente Ernesto Pérez Balladares dijo que coincide plenamente con la posición del presidente Mulino en relación con la temeraria amenaza contra nuestro Canal. El mandatario, habló alto y claro en nombre de todos los panameños, añadió.

También opinó la exgobernante Mireya Moscoso, quien expresó que la declaración del presidente Mulino nos representa y confirma la voluntad de que el Canal siga sirviendo al tránsito pacífico de naves de todo el mundo, para beneficio de los panameños. Todo esto en la confianza de mantener relaciones sólidas y confiables con nuestro principal socio comercial, los Estados Unidos.

“El Canal en manos panameñas ha sido timbre de orgullo para los panameños y pieza fundamental para el comercio y la paz mundial”, dijo.

Además, recordó que el 31 de diciembre de 1999, expresó en nombre de los panameños: “les digo a todos los hombres y mujeres de mi Patria que no habrá más cercas; que no habrá más letreros que nos impidan la entrada. Que este territorio ha vuelto a ser nuestro... el Canal es nuestro”.

Mientras que la exvicepresidenta Isabel de Saint Malo señaló que el Canal es de Panamá y es el resultado de la lucha de varias generaciones y cuenta con el respaldo del derecho internacional. Hemos sido responsables en su manejo asegurando la prestación del servicio ininterrumpido al servicio internacional, agregó,

Para Alberto Alemán Zubieta, exadministrador del Canal de Panamá, las declaraciones de Trump son desafortunadas y explicó que los peajes se ajustan periódicamente mediante un proceso transparente e inclusivo, que cuenta con la participación de todas las partes interesadas.

El mundo puede estar completamente seguro de que el Canal siempre será administrado y operado exclusivamente por Panamá, añadió.

El Partido Revolucionario Democrático (PRD), también repudió la amenaza del presidente electo de Estados Unidos. A Panamá no se le ‘dio’ el Canal, lo recuperamos y lo ampliamos para nuestro desarrollo económico", expresó el colectivo

En tanto, el vocero de la Embajada de EE.UU. en Panamá, Joseph Witters, dijo que la relación con Panamá ha prosperado durante más de 100 años, con fuertes lazos familiares, educativos y económicos. Panamá es un socio clave para Estados Unidos.

Para la excandidata presidencial Zulay Rodríguez las declaraciones del presidente Trump fueron desafortunadas, pero, lamentablemente, son el resultado de los desaciertos de la diplomacia panameña, porque durante meses, quienes nos dirigen no salían de la embajada y se enfocaron en promover el lobby woke, poniendo en riesgo la neutralidad de nuestro país. Para Zulay, el presidente Mulino debe distanciarse de los progres que lo han mal aconsejado y restablecer los vínculos estratégicos y de amistad que se construyeron entre 2009 y 2014.

También reaccionó el exministro y exjefe de los Batallones de la Dignidad, Benjamín Colamarco, quien dijo que Trump con sus irresponsables declaraciones a 35 años de la nefasta invasión del ejército de los Estados Unidos a Panamá, no son más que el reflejo expuesto de su pensamiento e intereses particulares en procura de fortalecer su posicionamiento en el tablero de juego interno en su país y en el global.

La extemporánea pretendida re-edición, a su estilo, de la vieja "política del gran garrote", choca con la historia que rechaza el uso de la fuerza y de las amenazas como medio para forzar intereses hegemónicos, manifestó Colamarco, quien calificó de insolente la petición de Trump.


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