Fitch mantiene misma calificación, pero advierte que economía anda chueca
Fitch Ratings reafirmó la calificación de Panamá en BB+ con perspectiva estable, que había establecido en marzo, cuando rebajó la calificación del país.
La decisión -que no representa variante- está basada en un alto PIB Per Cápita, baja inflación, estabilidad macrofinanciera anclada a la dolarización y sólidas perspectivas de crecimiento a medio plazo, las cuales están centradas en las actividades logísticas y el Canal de Panamá.
Sin embargo, según Fitch, hay deficiencias en la gobernanza y las finanzas públicas, incluida una base de ingresos públicos estrecha y erosionada, una deuda pública y una carga de intereses elevadas y en aumento, así como una fuerte dependencia de los mercados externos para la financiación.
En el informe, Fitch prevé que el crecimiento real del PIB se ralentice hasta el 2.8% en 2024 desde 7.4% en 2023, reflejando una desaceleración tras años de recuperación post-pandémica.
Se destaca que el impacto del cierre de Minera Panamá fue menor de lo previsto en sus proyecciones anteriores, mientras que las actividades no mineras han crecido en línea con las expectativas previas del 4.5%.
Igualmente, la agencia espera que el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) aumente a 7% del PIB en 2024 desde 3% en 2023.
Fitch anota que el Gobierno relajó los límites de déficit presupuestario fijados en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRSF) para permitir una consolidación gradual en los próximos años, pasando de un déficit del 4% del PIB en 2025 al 1.5% en el 2030, los cuales tienen previsto alcanzar con un gasto moderado y mejora en los ingresos.
La calificadora estima que la deuda pública bruta podría alcanzar el 63.5% del PIB al final de 2024, aumentando desde el 56.9% al cierre de 2023, al tiempo que la relación de intereses sobre ingresos aumente hasta el 19.1%, un nivel que afecta la meta de mantener una calificación de grado de inversión.