Nacional - 19/2/23 - 12:00 AM

Incertidumbre por situación de ecuatorianos accidentados

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El dolor, llanto e incertidumbre embarga a tres familias de Imbabura, Ecuador. Están desesperadas por saber más sobre sus familiares, que el 7 de febrero partieron ilusionados para intentar hacer realidad el denominado sueño americano y estaban entre los pasajeros del autobús que se accidentó en Gualaca, en la provincia de Chiriquí, en Panamá.

De Wilmer Pantoja, 27 años, no se conoce su destino, Los compañeros de viaje habrían fallecido. Se trata de Fernando Urresta y Alexander Figueroa, ambos de Imbabura, información que oficialmente no ha sido confirmada, destaca el diario ecuatoriano El Universo.

Los tres connacionales, ante la difícil situación económica y la falta de oportunidades se vieron forzados a abandonar el país y cruzar la selva del Darién.

Los tres imbabureños forman parte de la lista de fallecidos, desaparecidos y heridos en el accidente del bus, que cayó en un precipicio en Gualaca. En la unidad siniestrada viajaban 22 ecuatorianos, de los cuales 11 continúan desaparecidos.

Wilmer Pantoja (27 años), quien era parte del grupo, es una de las personas que no aparecen. Su cónyuge, María Andrango, está destrozada y demanda mayor información de las autoridades.

Él, junto a dos amigos, decidieron emprender el viaje, ilusionados, desconociendo que esta correría iba a dejar tragedia y dolor en sus hogares.

Tras sortear la selva del Darién, estuvieron hospedados en un albergue, desde donde salieron para abordar un primer bus, desistiendo de continuar debido a que durante un operativo de control policial solicitaron a Wilmer el documento de antecedentes judiciales, que no portaba en ese momento, siendo obligados a descender del vehículo.

Una vez superado el inconveniente abordaron al otro día un autobús que finalmente resultó siniestrado con un resultado fatal y trágico.

María Andrango recordó que habló con Wilmer el 14 de febrero, un día antes, cuando se embarcaba en el segundo bus.

“Tenemos dos hijos que preguntan por él, necesitamos saber qué pasa o qué pasó con Wilmer”, agregó la desconsolada mujer, en el interior de un humilde hogar, ubicado en el barrio San Luis, en Andrade Marín, en Atuntaqui.

Comentó que la incertidumbre está acabando con su familia y cuenta que Wilmer partió motivado por unos amigos que lograron coronar o llegar irregularmente a territorio americano, quienes le animaron a apostarle a este riesgoso viaje.

Durante la travesía, que duró doce días, siempre llamaba a su esposa para contarle cómo le iba, incluso cuando salió del desierto del Darién, que es el trecho más duro, donde decenas de migrantes han muerto, le llamó para decirle que esté tranquila: “Mija, ya pasó todo el peligro”, le habría mencionado.

Sin embargo, cuando Pantoja abordó el segundo autobús, en Chiriquí, para continuar el periplo, terminó la ilusión y comenzó el desasosiego, ya que le habría manifestado a María, cuando subía al vehículo que, entre las dos y tres del miércoles la llamaría, pero eso no sucedió.

Pantoja y su esposa se dedicaban a la panadería en Atuntaqui, las pérdidas que venían soportando en el negocio forzaron a Wilmer a tomar la determinación de abandonar el país.

Él es colombiano, pero tiene la nacionalidad ecuatoriana, sus hijos y esposa son nacidos en Ecuador.


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