Nacional - 19/6/15 - 08:15 AM
Ngäbes no ceden y siguen su lucha contra Barro Blanco
Los líderes de los movimientos 22 de Septiembre, 10 de Abril y Mama Tadta exigen al Gobierno Nacional el cierre definitivo de este proyecto.
Los indígenas de la comarca Ngäbe-Buglé se mantienen en "pie de guerra" en cuanto a su rechazo al proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, ubicado en Tolé, provincia de Chiriquí.
Los líderes de los movimientos 22 de Septiembre, 10 de Abril y Mama Tadta exigen al Gobierno Nacional el cierre definitivo de este proyecto.
La lucha continúa aseguran, a pesar de los puentes de conversación que ha extendido el presidente Juan Carlos Varela a los indígenas. Varela apela a la continuación del diálogo con única solución al conflicto.
Los índigenas a lo largo de la semana han realizado cierres intermitentes en la vía Interamericana, como medida fuerza sin que hasta el momento se hayan producido enfrentamientos con miembros de la Policía Nacional.
Reunión con Varela e indígenas
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, y la vicepresidenta, Isabel de Saint Malo, recibieron ayer en el palacio presidencial a indígenas de la etnia Ngäbe-Buglé, quienes acudieron en representación de esta población para reiterar su rechazo a la continuación de un proyecto hidroeléctrico dentro de la comarca que habitan.
Varela y de Saint Malo reiteraron a la representación la invitación a sumarse al diálogo, para solucionar las diferencias que existen entre los involucrados a la hidroeléctrica, informa un comunicado de la Presidencia.
Los indígenas, miembros de un movimiento denominado 22 de Septiembre, y también de la iglesia sincretista Mama Tadta, invitaron al presidente a reunirse el próximo sábado en Tolé, donde está la obra de la hidroeléctrica Barro Blanco, cuyos accesos han sido bloqueados por indígenas en los últimos 10 días.
El presidente dijo que analizaría la invitación, de acuerdo con versiones de la prensa local.
Desde el lunes, este y otro movimiento indígena de la misma etnia, han recurrido también al cierre de la internacional carretera Panamericana para exigir al presidente que acuda a la comarca y cancele por completo la construcción de Barro Blanco, suspendida desde febrero por incumplimientos ambientales por parte de la contratista, Generadora del Istmo (GENISA).
En ese momento se instauró una mesa de diálogo para discutir el futuro de Barro Blanco con la contratista y los grupos indígenas, sin embargo, estos últimos la abandonaron el mes pasado porque el gobierno no acepta su exigencia de que se demuelan los trabajos, que tienen un 95% de avance.
En la misiva, el Gobierno recuerda que tiene "compromiso y disposición para mediar y resolver, de forma conjunta, las incompatibilidades demostradas durante el proceso realizado en la Mesa de Diálogo, con relación al proyecto hidroeléctrico Barro Blanco".
Además de los efectos ambientales negativos que los Ngbe Buglé atribuyen a Barro Blanco, también reclaman el hecho de que cuando se llene la represa va a cubrir permanentemente el principal petroglifo de la religión Mama Tadta, en el lecho del río Tabasará, el cual consideran un río sagrado.
La hidroeléctrica de Barro Blanco comenzó a construirse en el 2011 y proyecta generar 28,56 megavatios, cerca del 2 % de la capacidad instalada del país.