Nacional - 20/10/13 - 10:26 AM
Una cumbre de ausencias
Fueron 10 de los 22 jefes de Estado y de Gobierno invitados. Cumbres pasarán a ser bienales.
Tomado de: El Tiempo
En medio del marcado ausentismo de los mandatarios de la región, ayer sábado concluyó en Panamá la XXIII Cumbre Iberoamericana con la decisión de oxigenar a este bloque de naciones. Para avanzar en este objetivo, una de las principales modificaciones es que estas cumbres, a partir del año entrante, se llevarán a cabo cada dos años.
México realizará en Veracruz el próximo año la última cumbre anual, y de ahí en adelante, las citas iberoamericanas serán bienales.
“La próxima cumbre cerrará este ciclo. Y comenzaremos uno nuevo”, dijo el sábado Ricardo Martinelli, presidente de Panamá.
La propuesta de hacer los encuentros cada dos años inicialmente fue aprobada por los cancilleres y terminó avalada por los presidentes y jefes de Estado que acudieron a la cita.
El análisis de este tema se le había encargado a la secretaria general, pues la idea, según Martinelli, es realizar un año la cumbre del Celac y al siguiente la Iberoamericana, para que no se crucen.
Por su parte el presidente de México, Enrique Peña Nieto, explicó que con la nueva medida se busca renovar este bloque para “responder a los desafíos de nuestro tiempo”.
El presidente Juan Manuel Santos señaló que este bloque de naciones requiere una inyección de “más dinamismo”.
Que no sean rutinarias
Incluso Mariano Rajoy, jefe de gobierno español, propuso que dentro del proceso de adecuación de este foro es necesario que todos los organismos que se han desprendido de las cumbres iberoamericanas se integren de manera directa a través de la secretaría del organismo multilateral.
En el fondo, ese fue el planteamiento general: lograr que este tipo de encuentros no se vuelvan rutinarios sino que sirvan de escenarios de discusión de los temas iberoamericanos.
El sábado, uno de esos temas fue el creciente problema del narcotráfico en la región. “Hay que hacer algo nuevo”, dijo el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, al referirse al crimen organizado, que disparó los homicidios a casi 40 por cada 100.000 habitantes, cinco veces la media mundial y con picos que, en Honduras, incluso duplican esa tasa.
Por su parte, el presidente Santos dijo: “Yo sé que es un tema de altísima sensibilidad política, pero hay que discutirlo con franqueza”.
La cita terminó con la denominada Declaración de Panamá, en la que se reiteran los compromisos con el desarrollo de la región.
La Cumbre de Panamá será recordada por las grandes ausencias, que evidencian la falta de interés hacia estas citas: asistieron solo 10 de los 22 jefes de Estado y de Gobierno que forman el foro.
‘Guiño iberoamericano’ a la reelección del presidente Santos
Un singular episodio se dio ayer sábado en Panamá durante la clausura de la Cumbre Iberoamericana. El secretario general del foro, Enrique Iglesias, les entregó placas a tres presidentes que el próximo año ya no estarán ejerciendo sus funciones.
Entre los mandatarios que dejarán sus cargos, Iglesias no contó al presidente Juan Manuel Santos, cuyo periodo concluye en 2014, pero quien podría optar por la reelección. El jefe de Estado colombiano reaccionó de inmediato y le dijo a Iglesias que en Colombia también habrá elecciones presidenciales el próximo año, frente a lo cual los asistentes soltaron una carcajada. La aparente equivocación de Iglesias dejó claro que en el espacio iberoamericano hay pocas dudas acerca de la candidatura de Santos a la reelección.
Previamente, los cancilleres de los países iberoamericanos manifestaron su respaldo al proceso de paz con las Farc, lo que fue agradecido por la canciller María Ángela Holguín.
En medio del marcado ausentismo de los mandatarios de la región, ayer sábado concluyó en Panamá la XXIII Cumbre Iberoamericana con la decisión de oxigenar a este bloque de naciones. Para avanzar en este objetivo, una de las principales modificaciones es que estas cumbres, a partir del año entrante, se llevarán a cabo cada dos años.
México realizará en Veracruz el próximo año la última cumbre anual, y de ahí en adelante, las citas iberoamericanas serán bienales.
“La próxima cumbre cerrará este ciclo. Y comenzaremos uno nuevo”, dijo el sábado Ricardo Martinelli, presidente de Panamá.
La propuesta de hacer los encuentros cada dos años inicialmente fue aprobada por los cancilleres y terminó avalada por los presidentes y jefes de Estado que acudieron a la cita.
El análisis de este tema se le había encargado a la secretaria general, pues la idea, según Martinelli, es realizar un año la cumbre del Celac y al siguiente la Iberoamericana, para que no se crucen.
Por su parte el presidente de México, Enrique Peña Nieto, explicó que con la nueva medida se busca renovar este bloque para “responder a los desafíos de nuestro tiempo”.
El presidente Juan Manuel Santos señaló que este bloque de naciones requiere una inyección de “más dinamismo”.
Que no sean rutinarias
Incluso Mariano Rajoy, jefe de gobierno español, propuso que dentro del proceso de adecuación de este foro es necesario que todos los organismos que se han desprendido de las cumbres iberoamericanas se integren de manera directa a través de la secretaría del organismo multilateral.
En el fondo, ese fue el planteamiento general: lograr que este tipo de encuentros no se vuelvan rutinarios sino que sirvan de escenarios de discusión de los temas iberoamericanos.
El sábado, uno de esos temas fue el creciente problema del narcotráfico en la región. “Hay que hacer algo nuevo”, dijo el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, al referirse al crimen organizado, que disparó los homicidios a casi 40 por cada 100.000 habitantes, cinco veces la media mundial y con picos que, en Honduras, incluso duplican esa tasa.
Por su parte, el presidente Santos dijo: “Yo sé que es un tema de altísima sensibilidad política, pero hay que discutirlo con franqueza”.
La cita terminó con la denominada Declaración de Panamá, en la que se reiteran los compromisos con el desarrollo de la región.
La Cumbre de Panamá será recordada por las grandes ausencias, que evidencian la falta de interés hacia estas citas: asistieron solo 10 de los 22 jefes de Estado y de Gobierno que forman el foro.
‘Guiño iberoamericano’ a la reelección del presidente Santos
Un singular episodio se dio ayer sábado en Panamá durante la clausura de la Cumbre Iberoamericana. El secretario general del foro, Enrique Iglesias, les entregó placas a tres presidentes que el próximo año ya no estarán ejerciendo sus funciones.
Entre los mandatarios que dejarán sus cargos, Iglesias no contó al presidente Juan Manuel Santos, cuyo periodo concluye en 2014, pero quien podría optar por la reelección. El jefe de Estado colombiano reaccionó de inmediato y le dijo a Iglesias que en Colombia también habrá elecciones presidenciales el próximo año, frente a lo cual los asistentes soltaron una carcajada. La aparente equivocación de Iglesias dejó claro que en el espacio iberoamericano hay pocas dudas acerca de la candidatura de Santos a la reelección.
Previamente, los cancilleres de los países iberoamericanos manifestaron su respaldo al proceso de paz con las Farc, lo que fue agradecido por la canciller María Ángela Holguín.