Día de San José Obrero
Hoy la Iglesia rinde homenaje a San José Obrero, trabajador humilde que con duro trabajo sacó adelante a Jesús y María.
En todo el mundo --no obstante las contrapuestas ideológicas en que está dividida la sociedad-- se reconoce el 1 de Mayo, como el Día Internacional del Trabajo.
La fecha en América nos hace recordar un hecho histórico que conmovió la conciencia de la humanidad: la de los mártires de Chicago, sacrificados por reclamar los derechos para su clase, aunque acciones como esa, con saña y brutalidad, se vienen consumando todavía a la altura de nuestros días, sin excluir a Honduras.
La aspiración de las clases obreras y campesinas de lograr estadios de dignidad y bienestar es justificada. Cuando se habla de los trabajadores y de sus organizaciones, se piensa como es natural, en las agrupaciones obreras que marchan a la vanguardia del combate por el progreso social.
En términos generales, esas organizaciones tienden a compensar con su fuerza colectiva la debilidad individual de sus miembros para hacer posible, mediante la acción coordinada, la obtención de lo que no les sería posible lograr aisladamente.
En el ámbito del bienestar material -y esto es una verdad de Perogrullo- estas agrupaciones se proponen, mediante la presión adecuada, incrementar la parte que les corresponde de la riqueza producida y del aumento de dicha riqueza. La huelga ha sido y es el instrumento esencial por medio del cual la acción colectiva ha permitido a obreros y campesinos mayores beneficios. Celebremos como se debe esta fecha, como lo que es, un día para pasarla bien y en comunión con nuestro Señor Jesús.
Feliz Día del Trabajador.