Opinión - 25/8/13 - 10:36 PM

¿Qué les pasó a nuestros ríos?

A mi madre le gusta hablarme acerca de su niñez. Ella me cuenta que su infancia era diferente: no contaba con la tecnología actual, pero gozaba de

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Sheila Hidalgo / Asistente de dirección/ ANCON

A mi madre le gusta hablarme acerca de su niñez. Ella me cuenta que su infancia era diferente: no contaba con la tecnología actual, pero gozaba de todas las bendiciones de la llamada naturaleza.

Una de sus historias favoritas es cuando solía ir a los ríos de El Valle de Antón para acompañar a mi abuela y a algunos familiares a lavar ropa.

En ese momento, comenzaban los cuentos del legendario tío tigre y tío conejo. Al llegar al destino cada uno tenía una tarea asignada por cumplir: mientras algunos lavaban, otros buscaban camarones de río, otros improvisaban fogones para preparar la comida y los más jóvenes disfrutaban bañándose en las templadas aguas. Al finalizar la jornada de trabajo, todos compartían un mismo esparcimiento, que era refrescarse bajo las aguas.

Dependiendo de la época en que se encontraban, así mismo también saboreaban las frutas de temporada…

Anécdotas parecidas a estas escuché de otros familiares sobre el río Matasnillo, en la ciudad capital…, y entonces me pregunto: ¿qué les pasó a nuestros ríos?, ¿por qué permitimos que la contaminación los deteriore a tal grado que ahora solo son grandes corrientes de basura? Nuestro deber es ser responsables con la educación de nuestros niños y exhortar a que en los colegios se incluyan materias obligatorias como la educación ambiental.

Se les debe hablar a los jóvenes sobre la importancia de reforestar nuestro planeta y cuidar nuestros mayores tesoros, que son nuestra flora y fauna. Panamá es un país bendecido, ya que cuenta con un clima favorable para gozar de una vegetación rica y diversa, pero no por eso se debe abusar de sus valiosos recursos.


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