Opinión - 07/2/14 - 02:49 AM

Regata

De repente oímos un ruido desconocido cerca del auto. Íbamos por la Transístmica, cerca de la vía 12 de Octubre. Mi esposa descubrió el misterio. Era el

Por: - Viernes 07 de Febrero de 2014 2:49 AM

Milcíades Ortiz / Milcíades Ortiz

De repente oímos un ruido desconocido cerca del auto. Íbamos por la Transístmica, cerca de la vía 12 de Octubre. Mi esposa descubrió el misterio. Era el metro que circulaba en recorrido de prueba. Entonces hice algo extraño en mi vida. Decidí hacer una regata con el moderno transporte. Al acelerar el auto caí en un enorme hueco que estaba en la calle. Después de enderezar el vehículo tuve que frenar fuerte. Una señora pasó delante como si fuera la dueña.

Más allá varios autos que venían en vía contraria se pasaron a la mía por debajo de los rieles del metro. Yo seguía mirando hacia el lado para que no me dejara muy atrás. Pero ¡qué va! Un enorme metrobús salió de repente de su parada y casi me arrastra. Ya sentía que era algo peligroso competir con el metro. Circulaba muy orondo por sus rieles lejos de los problemas que existen en nuestras calles. No había señales en la vía. Pienso que las pintarán después que terminen los trabajos del metro.

Pero eso no es excusa para dejar la cantidad de concreto que casi me achurra el carro. Más adelante no encontré carretera, sino una “trocha”. Allí desbarataron la vía y no la han reparado. Me dí por vencido. No podía hacer regata con un metro que va por arriba y abajo sin los problemas que sufrimos los conductores. Busqué si habían hecho paradas seguras en las estaciones del metro. No las vi en ese trayecto. Podría usar el metro para no sufrir el martirio de manejar hacia mi trabajo.

En otros países hay estacionamientos en las paradas del metro con buena vigilancia. Muchas personas dejan sus vehículos y van a la ciudad en el metro. Espero que las hayan hecho aquí. Dicen que habrá seguridad en los vagones. No solo hay que evitar robos y “toqueteos”, sino que dañen el costoso vehículo con rayones y rompan los asientos. Los taxistas deben aprovechar el nuevo transporte, recogiendo personas que viven cerca de las estaciones.

Esas carreras cortas mejorarán sus ingresos. Las aceras cercanas a las paradas deben estar en buenas condiciones para resistir el paso de miles de personas. Bueno, esperemos que sea verdad tanta belleza.