En este Mensaje al Corazón queremos preguntarnos por qué tanta violencia, cóleras, adulterios, desganas, indiferencias, masoquismo, desorientación.
Sabemos que hay drogas, miseria, desesperación, falta de esperanza, corrupción y marginación social. Pero no podemos contestar la pregunta hablando solo de fenómenos sociológicos. Hay un factor irracional, brutal, que impera y que nos hace preguntarnos: �qué está pasando?, �en qué mundo estamos viviendo?.
Asesinatos los más horrorosos y continuos, letargo y pereza colectiva, fatalismo, Odios intensos.
La presencia de las tinieblas en el mundo, por supuesto que sí. Quiero decirle que todos llevamos dentro un "ángel" y una "bestia", y depende a quien alimentemos con nuestros pensamientos, actitudes y comportamientos, para que crezca en nuestro interior la luz o las tinieblas, lo bello o lo monstruoso.
Cuentan que un pintor medieval quiso hacer un gran cuadro de la última cena y fue buscando modelos para los apóstoles y Jesús. El artista poco a poco fue realizando la obra que le duró unos siete años. Encontró el primero, a un joven muy varonil con una mirada tan pura, tan limpia y a ese lo escogió como a Jesús. Y así durante el tiempo que tardó en pintar el cuadro encontró rostros humanos adecuados para los apóstoles y al final le faltaba Judas. Pasaron esos siete años y buscó en burdeles, cantinas, escondites donde se refugiaban vagos y ladrones hasta que encontró a uno que encarnaba lo peor de la especie humana en un rostro grotesco. Le ofreció unas cuantas monedas y lo llevó a su estudio. Cuando le explicó el porqué de su presencia allí, el hombre se echó a llorar desconsoladamente y le dijo que él fue quien hace siete años había posado para Jesús, pero que su vida se había transformado en un infierno por los vicios. �Trágico, verdad?.
�Cómo puede uno mismo cambiar de esa manera? Pues mire, nadie está exento de cometer cualquier cosa mala en este mundo. var al total desenfreno.
Pues déjeme decirle que potencialmente todos podemos de una manera u otra caer en degradaciones y llegar hasta matar. Por eso cuide su mente. Alimentar el "ángel" que llevamos dentro implica tener pensamientos buenos y puros, conversaciones positivas, leer libros sanos, realizar acciones solidarias, tener conciencia de lo que es construir un mundo nuevo y trabajar por un mundo mejor.
También es necesario no confiarse uno mucho en sus fuerzas y ponerse en las manos de Dios quien tiene todo el poder, sabiendo que con Dios somos invencibles.
