Casos que se caen
Con la decisión de la Corte Suprema de Justicia de levantar la orden de detención con fines de extradición del expresidente Ricardo Martinelli, se les cae otro proceso a los perseguidores y verdugos de la democracia.
A la postre, el caso de los indultos quedará en nada como están quedando todos los casos incoados contra el expresidente.
Analice la opinión pública nacional, que desde 1990, todos los presidentes, al término de su gestión, han otorgado indultos, los cuales obviamente han enfrentado demandas de inconstitucionalidad en la Corte Suprema de Justicia, la que siempre consideró, en sus fallos, que los indultos no violaban la Constitución Política.
Caso de excepción fueron los indultos de Mireya Moscoso, los cuales fueron decretados como inconstitucionales por nuestra alta corporación de justicia, pero a la postre fue una pifia jurídica, ya que los efectos materiales de la gracia, quedó en firme al margen de su antijuridicidad constitucional.
Con Martinelli, los maquiavelos de la política pretendieron no solo lograr la inconstitucionalidad de sus indultos, sino armarle proceso por supuesto abuso de autoridad y extralimitación de funciones, ignorando que indultar es una potestad de quien ocupe el cargo presidencial.
Nótese que al final de todo, el caso se derrumba, así como se irán derrumbando otros casos que nacieron al calor de la judicialización de la política para pervertirla en aras de odios políticos.
En una hermosa reflexión en su opúsculo “La Lucha por el Derecho”, el erudito alemán Rudolf Von Ihering dijo: “En tanto que el derecho tenga que estar preparado contra el ataque por parte de la injusticia -y esto durará mientras exista elmundo- no le será ahorrada la lucha”. Nada más cierto en el caso de los procesos contra Martinelli.