Las aspiraciones sindicales de establecer en $650 el nuevo salario mínimo provocó reacciones inmediatas del sector empresarial.
Adolfo Linares, presidente de la Cámara de Comercio, prefirió no opinar acerca de la cifra sugerida; sin embargo, dijo que el tono impositivo y hasta amenazante por parte de los trabajadores son tácticas que no conllevan a nada dentro del proceso de negociación que dirige la Comisión de Salario.
Reconoció que los trabajadores tienen el derecho de aspirar a mejor salario, pero deben considerar que la crisis económica no sólo los afecta a ellos.