Centro de formación genera suspicacia contra la AMP

Los cuestionados negociados, concesiones, permisos y licencias para amistades en la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) continúan viento en popa, a pocos meses de terminar la gestión de Noriel Araúz al frente de esta entidad.

Esta vez Araúz, administrador de la AMP, otorgó a través de su director de Gente de Mar, Juan Maltez, la licencia para desarrollar el negocio de un nuevo centro de formación marítima a favor de la empresa Martime Crew Training Services INC.

Recientemente, la AMP emitió la resolución DGGM-CFM-018-2023 mediante la cual se autoriza y avala a Martime Crew Training Services para ejercer el negocio como centro de formación de marinos en Panamá hasta el 26 de julio de 2025.

Fuentes oficiales revelaron que el trámite de esta resolución de la AMP, que autoriza a esta empresa a emitir certificados para 17 cursos especializados para marinos, se dio en menos de 6 meses debido a que sus representantes tendrían conexión con Araúz.

La Sociedad Martime Crew Training Services Inc. tiene como presidente Pedro Ortega Jones, un socio de la firma que funge como agente residente: Karnakis & Karnakis.

Sin embargo, en la primera resolución temporal de Martime Crew Training Services, se revela que la persona que presentó la solicitud para la autorización de este centro de formación fue el apoderado legal de la sociedad Freidi Torres.

Precisamente, se conoció que Martime Crew Training Services también estaría vinculada a Stward Corporation, la empresa que controla uno de los amigos más cercanos del administrador de la AMP.

Se trata de Pablo Torres quien desde que Araúz asumió como administrador de la AMP se ha beneficiado con varios contratos, entre ellos el del uso del astillero de Balboa y el contrato de servicio de lanchas para los inspectores de buques.

El centro de formación dado a Martime Crew Training Services sería un complemento para las operaciones de Stward Corporation ya que esta empresa ha logrado hacerse de una flota de embarcaciones con decenas de tripulantes. Es decir, todo un monopolio porque el conglomerado podrá realizar sus propias certificaciones.

Stward Corporation también es una de las dos empresas que utilizan el nuevo puerto de cruceros de Amador para realizar reparaciones de barcos, una actividad que ha sido fuertemente cuestionada por los gremios turísticos del país.

Se trata de una infraestructura de más de $100 millones dirigida a refirmar a Panamá con hub para la industria de cruceros, pero que la AMP ha dejado que se utilice como taller para embarcaciones que no tienen ningún vinculo con la actividad turística.