Susan Boyle pasó de ser una escocesa desempleada a una estrella de la canción. A dos meses de salir a la venta su primer disco, la escocesa se ha escapado a Disneyland donde ha disfrutado de las numerosas atracciones en compañía de unos amigos, pero esto no es todo, porque la cantante estuvo vigilada todo el tiempo por sus guardaespaldas.