El 15 de septiembre de 1959, la Guerra Fría se suavizó un poco con la llegada a Estados Unidos del líder de la Unión Soviética, Nikita Khrushchev, invitado por el Presidente Richard Nixon. Durante su estadía de 13 días, Khrushchev visitó Los Angeles, San Francisco, Iowa, Pittsburgh y Washington. El premier soviético pidió expresamente que lo llevaran a conocer Disneylandia y al actor de cine John Wayne. Solo se le pudo conceder lo segundo.